Llegar a una edad avanzada, y sumar muchos años a la Juventud, suena muy bonito pero es una situación complicada.
Mucha Experiencia, mucho rodaje, pero sin plata acumulada, en un mundo cada día mas lleno de hipocresía, de cinismo des-sensibilizado, abre una gran caja para guardar, dolor y desencanto.
Muchas leyes, muchos discursos en favor de los ” Adultos mayores” pero a la hora de la verdad, los que vivieron su larga vida, día a día para criar hijos, educar, hacerse de casa propia,alimentando a la familia, pagando un lote de terreno y edificando, pieza a pieza, llega a viejo (si llega) con todas las obligaciones, d mantener lo logrado, de tributar por lo obtenido y ningún beneficio devenido de los grandilocuentes discursos a favor de la tercera edad.
El “Pecado de llegar a viejo” se paga aquí en la tierra. Los jóvenes cada vez mas instruidos, llenos de tecnología, de aparatos modernos, sonoros, visuales y cambiantes, no tienen tiempo ni paciencia para escuchar a sus “viejos” ni enterarse de sus necesidades.
En reuniones, o círculos, políticos o religiosos, los de la “segunda edad” menos precian a los de la “tercera” que poco a poco aprenden a quedarse callados, a fuerza de humillantes recomendaciones.
Mi señora Madre, falleció cuando le faltaba dos meses para los a los noventa y cinco años.Trabajo toda su vida, pasando de ser criada de una madrina, despiadada y avara,de donde tuvo que huir y “aconchabarse” como decían antes, hasta encontrar patrones mas sensibles.
La dignidad en primer lugar, jamás pidió consideración por “madre soltera” compró un lote de “oga” inmobiliaria, 120 meses, con sus propias manos se construyo su primera pieza,con madera de cajas embalajes y pajas “jahape” y Pacholi. Todo fue durante,una obligada ausencia, por exilio obligado por la prolongada dictadura.
Entre sus 92 y 93 años la vinieron a censar como “adulta mayor” para cobrar una suma X. Ese día le dije al “censista” al pedo hermano no le van a dar nada.Como si fuera el dueño de la verdad, juro y re juro, que si y le iban a pagar. pobrecita mamá, no l falto comida, ni abrigo ni medicina nunca, pro ella quería su platita. Desde que volví, me dedique a mejorar y a construir en la casa de mamá. Eso le descalificaba mi madre para hacerse acreedora de ese estimulo o sueldo para los de la tercera edad, que si se le otorgaba a personas que votan por los políticos de turno y a quienes pasaron la vida haciendo nada y pidiendo toda la vida al estado.
El pecado, de llegar a viejo/a, con sacrificio, con honestidad y con dignidad.
Me cuentan que en algunas sociedades, como la japonesa, los ancianos son venerados, aquí no !!! Que la deshonestidad se paga con la vida, Aquí no !! en el Paraguay de hoy, se los premia.
NRD.